Sí,
lo sé, no somos productos pero todo aquello que ofrecemos sí lo es, por
ejemplo, el niño que quiere convencer a su mamá de que lo deje jugar una hora
más con sus amigos, está vendiendo una idea o la novia que quiere convencer a
su novio de ver una película en lugar del futbol, vende una opción.
Sin lugar a duda, a todos nos gusta convencer y, convencer, no es
otra cosa que vender; primero a nosotros mismos y por consecuencia, a nuestra
idea o producto; y si no lo hacemos correctamente, pocas veces lograremos
aquello que queremos.
Pero ¿Qué se debe tomar en cuenta
para saber vendernos correctamente? Primero que nada la Actitud, antes de salir
de tu casa mírate al espejo y afírmate ¡Hoy me van a comprar! La actitud se
refleja en la forma de tratarte a ti mismo y a los demás, así que no sólo es
fundamental presentarse como el mejor y más atractivo paquete, sino que también
es indispensable que tú mismo te lo creas.
Una vez que tengas una excelente actitud en cuanto a ti mismo y de los demás,
cuida tu imagen. Recuerda que podemos llegar a perder una venta sólo por el
empaque, ya que si nuestra imagen dice algo diferente a lo que somos y queremos
lograr, posiblemente no se acerquen aquellos a los que queremos convencer.
Y finalmente la congruencia; no se trata de ir por la calle
diciéndoles a todos lo grande que eres y lo maravilloso que es tu producto o
servicio, también es importante mostrarlo. Imagina que existe un vendedor que
dice y cree firmemente que el tipo de celular que él vende es el mejor; sin
embargo, justo en frente de ti contesta una llamada con un celular de otra
marca, no es que esté mal, pero en ese momento habrá roto su credibilidad y te
aseguro que ya no confiaras tanto en lo que te diga sobre el producto que
vende.
Gracias a la actitud, al cuidado de la
imagen y a la congruencia, una persona es capaz de estudiar los puntos fuertes
y débiles que posee para saber explorar los primeros y corregir los segundo;
para así, crear una empatía con su cliente y posteriormente lograr convencer,
pues no hay nada que atraiga más al éxito que la misma imagen del éxito. Por lo
tanto, actuemos, vistámonos y pensemos como triunfadores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario